¿Qué son los juegos inflables?

Los juegos inflables son objetos que, al llenarse de aire, adoptan diversas formas, como deportes o castillos. Se utilizan con frecuencia en actividades infantiles, así como en campañas publicitarias en las que se montan espectáculos. Estos juegos se componen de telas de lona resistentes al calor y a la presión en una gran variedad de colores. Los diferentes fines exigen que los juegos inflables se fabriquen en diversos tamaños, formas y modelos.

Materiales utilizados en la producción

El material ideal para los juegos inflables son las lonas, que pueden ser de distintas marcas, pero siempre de alto rendimiento y muy resistentes a rasgaduras, abrasiones y pinchazos. Las más conocidas son Nildatex y Guaira, que se construyen con hilos de poliéster de importación y resinas de PVC para cumplir los requisitos de seguridad exigidos.

Por otro lado, las redes suelen construirse con nailon y, según la región, contienen de dos a cuatro costuras reforzadas. Las colas particulares de este tipo de estructuras suelen estar fabricadas con PVC líquido no tóxico.

Aparatos de aire

Para llenar de aire estas estructuras se utilizan máquinas motorizadas, sopladores monofásicos y turbinas que pueden poner en marcha rápidamente un juego. Para la protección de los usuarios, los cables están encapsulados y las carcasas están cubiertas y equipadas con llaves de corte.

Normas de seguridad

Existen normas de seguridad que proporcionan protocolos estandarizados para garantizar la calidad de estos juegos.

Juegos para niños

Las formas de personajes o dibujos animados con muchos colores suelen diseñarse para el mercado infantil. Según la inventiva de los diseñadores o las tendencias del momento, otros diseños destacables son rampas, casas, círculos, barcos, etc.

Juegos promocionales

Para crear efectos visuales que diviertan a su público, la instalación de estructuras inflables se utiliza como innovación en la industria publicitaria. 

Ventajas

La renta de brincolines para un evento es beneficioso para los niños, ya que tienen diversos efectos positivos en su desarrollo, sobre todo cuando se practican al aire libre. Desde los aspectos físicos hasta los mentales, emocionales y afectivos. Suelen animar al pequeño a buscar puertas y lugares donde esconderse, o a idear un plan de acción para salir del juego o acceder a una zona determinada. Simultáneamente, los niños realizan actividades físicas como saltar, trepar y otros movimientos que ayudan a fortalecer huesos y músculos y a oxigenar el cuerpo. Más ventajoso es estar al aire libre, ya que una exposición prudente al sol permite la absorción de vitamina D, necesaria para la absorción de calcio y magnesio en los huesos.